El "cóctel" Habanero que ayer presentó Cristina Piña en la MFShow, en el que se mezcló feminidad con inspiración exótica y elegancia con tejidos maravillosos, se transformó en una fórmula de rotundo éxito que nos dejó un sabor de boca estupendo.
A ritmo de rumba y retrocediendo a 1948, el blanco impoluto fue el protagonista indiscutible junto al lino y los sombreros Panamá, las vaporosas blusas y los vestidos con preciosos terminados. Tocados de plumas y accesorios como gafas y clutch de madera incluidos.
Fotos: Vogue